Soy San Lorenzo de Mario Benigni

Matos la onda

Por: Pablo "Vasco" Artecona
20/02/2015

El 9 de la gente, nuevamente fue clave en Uruguay

DANUBIO 1 SAN LORENZO 2

GRUPO 2 DE LA COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA 2015

San Lorenzo lo empató sobre el final con otro gol trascendental del delantero que usa la casaca 26. El equipo de Boedo no jugó bien, pero Bauza acertó en los cambios y lo pudo ganar agónicamente en los últimos 5 minutos. Ahora, se le viene el temible Corinthians que superó sin despeinarse a San Pablo en el debut del grupo.  

Otra vez el de Castelli, sí. Otra vez Mauro, el de los goles importantes y claves. Cuando a San Lorenzo se le iba el partido y no podía contra Franco Torgnascioli (arquero de Danubio, de gran partido), y tras una serie de rebotes en el área, el ex All boys empató el partido y abrió un camino que parecía cerrado para San Lorenzo. Dos minutos más tarde, Mauro Cetto puso cifras definitivas al encuentro tras un córner desde la derecha ejecutado por Sebastián Blanco.

San Lorenzo no jugó bien, ni tuvo juego asociado en general y además sigue sin convencer en su la línea defensiva. Adicionalmente, se notó la ausencia de Julio Bufarini, y el chico Matías Catalán quien ocupó su lugar a raíz de una suspensión, tuvo un pobre desempeño en la marca de la banda derecha. No obstante ello, el ingreso de Pablo Barrientos y Franco Mussis en el segundo tiempo, dieron al equipo frescura y fútbol para generar varias opciones de gol, aunque el equipo de Bauza, fue más amor propio, que ideas claras.

En resumen, San Lorenzo deberá mejorar y mucho si quiere estar a la altura de sus próximos rivales brasileños, que son muy superiores al modesto equipo de Danubio, pero hoy se ganó el partido que en los papeles había que ganar para empezar a posicionarse bien, en el grupo de la muerte de esta edición de la Copa Libertadores 2015. Hay mucho recorrido por delante, pero el principio es la mitad de todo, como reza la frase popular, y el Ciclón ya dio su primer paso firme. Esperemos que se afiance y continúe en la senda del triunfo, que tanto sirve en lo anímico para mejorar en cada encuentro.