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“San Martín para luchar en San Lorenzo”
Cuando todos los medios afirman por anticipado una final entre Godoy Cruz y Lanús, en San Lorenzo prima la cautela, no solo porque los partidos primero hay que jugarlos (pregúntenle a Gimnasia y Esgrima La Plata lo que pasó en 1995), sino porque además, ni Banfield ni San Martin de San Juan serán rivales accesibles. Última fecha con final abierto y por Boedo ya se prenden velas al santo de la espada.
San Lorenzo salió a jugar con todo su partido en Santa Fe visitando a Colón, y antes que Godoy Cruz empezara su partido, ya lo ganaba uno a cero. Si bien el equipo de Boedo, no tuvo la mejor de las tardes y se volvió a replegar peligrosamente en varios tramos del cotejo, le alcanzó para ganarle con aplomo a un Sabalero quebrado interna y futbolísticamente. Los goles de la victoria santa, estuvieron a cargo de sus centrodelanteros (y como marcan los libros), Nicolás Blandi abrió la cuenta y Cauteruccio, puso el cero dos final cuando se moría el match.
Si bien el equipo de Guede hizo sus deberes, esperó una mano que nunca llegó de Belgrano, como no viene llegando de ningún rival de turno del equipo mendocino. Se espera que la excepción sea el domingo próximo, cuando Godoy Cruz visite a San Martín de San Juan en el clásico cuyano. Por su parte, el Ciclón deberá sortear ni más ni menos que al siempre duro Banfield de Falcioni, un conjunto disciplinado que jugará su propio partido sin ninguna clase de presión.
Una extraña sensación es la que invade a los Cuervos, porque en torneos cortos una performance con siete victorias consecutivas, y máxime cuando hablamos de rivales de la talla de River, Independiente o Rosario Central, entre otros, es en la teoría una racha de campeón. Ni que hablar cuando se suma a ello, el condimento de haber enfrentado a Godoy Cruz en Mendoza con una sólida victoria azulgrana.
No obstante, San Lorenzo no depende de sí, y va detrás de un equipo mendocino que no tropieza y que apenas lo supera en goles a favor. Cosas raras en un futbol extraño como el nuestro, que hace que de San Lorenzo apenas se hagan ciertas menciones y todo el mundo hable de los dirigidos por Sebastián Méndez como finalista de antemano (grueso error si de prudencia se trata), cuando aún queda una fecha.
En síntesis, será una película de suspenso la última jornada del torneo y en cuestiones de angustia y finales para el infarto, es el elenco sanlorencista el que conoce mejor estos libretos.
Dan por muerto al Ciclón y todavía queda otra batalla. La historia reza que San Martín obtuvo su gran victoria de cabotaje en San Lorenzo (lugar donde dejó inmortalizada su gloria), cualquier similitud con el fútbol presente es pura realidad, pero estoy seguro que por Boedo, aún hay mucha gente que cree en la historia a pesar de que los llamen ilusos nostálgicos.
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