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Tarde, aparecieron los goles
No te dejes engañar. San Lorenzo ganó las últimas 2 fechas pero esta Superliga se cargó a Pizzi, Monarriz, y el Triunvirato de la Secretaria Técnica que sería reemplazado por Mariano Soso.
El cierre de este irregular torneo tuvo dos triunfos más que necesarios: ante el Tiburón de visitante 3 a 1 y con el Granate de local en un electrizante 4 a 3. Pero el equipo no convence aún. La defensa sigue siendo un desastre y los goles aparecen por el peso de las individualidades.
El partido contra Lanús fue de ida y vuelta, estaba para cualquiera. Sin embargo, el equipo de Zubeldía por momentos lo tuvo a San Lorenzo para el cachetazo. desatando cánticos impacientes.
Hay cosas que no se entienden… ¿por qué el Ciclón no vio que Agustín Rossi, el arquero visitante, jugó siempre entre la medialuna del área grande y el círculo central?
Ni hablar del gol de babi fútbol que ideó un viejo conocido, Belluschi, con un pase en profundidad dejando a Sand mano a mano con Torrico. Esto no puede suceder más señores. Lanús llegó mucho más que San Lorenzo, recordando por momentos el juego en equipo de Racing, que por cierto le falta aún a San Lorenzo.
No fue el mejor partido de Nacho Piatti, aún así despejó cuatro pelotas que hubiesen terminado en gol.
Los equipos se fueron al descanso con el resultado 1 a 1. ¿Alguien hubiese imaginado este gran segundo tiempo para el infarto? Los cambios de Tocalli fueron oportunos.
El golazo de Marcelo Andrés Herrera, para un infartante 4-3, motivó una sola voz de alegría y festejo en el Pedro Bidegain. Incluso, el ingresado Óscar Romero tuvo el quinto gol que evitó Rossi con una volada felina en el epílogo de la tarde del reencuentro del paraguayo Adam Bareiro con el pueblo santo, doblete mediante.
El equipo se fue muy aplaudido y la gente feliz y esperanzada para el comienzo de la Copa de la Superliga contra Patronato. Algo cambió...
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