Soy San Lorenzo de Mario Benigni

Actualidad

A encontrar el rumbo

Por: Mariano Suhas
23/04/2017


San Lorenzo está de mal en peor, luego de terminar el 2016 segundo en la tabla de posiciones junto a Newell´s, a tres puntos del líder Boca, las esperanzas de coronar nuevamente en el ámbito local estaban más vivas que nunca. Cosa que en el presente, se tiró al tacho de la basura.

El año pasado, San Lorenzo ilusionaba, con un equipo contundente en
ataque, con los aportes goleadores de Nicolás Blandi y Martín
Cauteruccio, sumado al nivel óptimo de Fernando Belluschi y la tarea
clave de Sebastián Blanco. Ya se notaban ciertas falencias defensivas
por dejar espacios entre el mediocampo y la defensa, donde el equipo
por momentos quedaba expuesto y mal parado en el retroceso.

Desde las tribunas y plateas se podía observar un Ciclón de fútbol que
intentaba, iba al frente y hacía goles, cierto también los recibía,
pero aunque sea daba gusto ir a la cancha y ver al conjunto de Diego
Aguirre protagonista.

Llegó el mercado de pases. Bien vendido Emmanuel Mas, de nivel
irregular en el último tiempo y de buenos rendimientos en líneas
generales y que merecía una diferencia económica después de arribar al
club a mediados de 2012.

Yo pregunto: ¿eran necesarias las ventas de Cauteruccio y Blanco,
teniendo serias chances de pelear el torneo argentino y Copa
Libertadores? La respuesta era no. Se desmanteló la idea, la esencia
misma del elenco azulgrana. Habiendo solamente dos cupos para traer
refuerzos, se gastó uno en Robert Piris Da Motta, un volante central
paraguayo, teniendo en el plantel a Franco Mussis, Néstor Ortigoza,
Juan Mercier y Tino Costa. No era la posición a reforzar. El otro cupo
fue ocupado por el mediocampista ofensivo Rubén Botta, de flojo nivel
luego de su sobresaliente paso por Tigre hace más de tres años. El
interrogante era notorio: ¿podía el ex Pachuca hacer la función de ida
y vuelta de Blanco? En Tigre era enganche o media punta. Ahí se
destacó, no era ni es volante por la izquierda. ¿Diego Aguirre pidió
estos puestos a reforzar, tras las salidas del 3 titular, del volante
por izquierda y del goleador que además hacía la banda por derecha?
¿Se lo impusieron los dirigentes? Entiendo que hay que cuidar la
economía y finanzas. Está la Vuelta a Boedo en marcha y hay que
depositar mucho dinero. Quién más que los dirigentes para saber de
estos temas. Pero con las salidas de tres futbolistas titulares, se
compraron los pases de dos jugadores. Se gastó buena parte del dinero
ingresado en dos puestos que no eran prioridad para reforzar y que no
reemplazan a los que se fueron. San Lorenzo esto lo sintió, el equipo
se vino a pique, no juega a nada y no solo por las salidas de tres
valores sino por el bajo rendimiento de los que antes se destacaban.

Sebastián Torrico no es el mismo que antes y su inicio del 2017 es
para el olvido. Esto no quita el excelente nivel mostrado
anteriormente por el Cóndor de América, clave en los éxitos del 2013 y
2014. Lo mismo para el capitán Néstor Ortigoza, muy errático (siendo
su mayor virtud los pases), con poco despliegue y aporte en la marca,
dejando sólo a Mussis como perro de presa de los rivales. Fernando
Belluschi, que en el 2016 tuvo nivel de Selección, pasó a ser uno más.
Lento e impreciso, con algunos destellos esporádicos de su gran
calidad.

San Lorenzo, de esta forma, perdió el rumbo. No sabe qué hacer con la
pelota, no asiste como debe hacer a Nicolás Blandi.

Bautista Merlini es el destacado en este mal momento, con actitud,
pero él sólo no puede. El juvenil Gabriel Rojas reemplazó de buena
forma a Mas, siendo estos dos el mayor acierto del DT en estos últimos
meses.

Ezequiel Cerutti mejoró su performance, pareciéndose un poco al del
primer semestre del año pasado, pero sin la cuota goleadora necesaria
para un delantero. De esta forma, San Lorenzo perdió gol. No tiene
explosión en ataque y el entrenador se equivoca constantemente y no le
encuentra la vuelta al equipo. No busca variantes.

Ante Temperley sacó a Merlini, que sin descollar era de los pocos que
se salvaba, para poner a un Gonzalo Bergessio con escaso rodaje y por
ende sin rendimiento. Esto muestra el desconcierto general. Se perdió
la brújula, el norte.

El hincha, que siempre acompaña y apoya, está en la deriva. ¿Bancar a
los jugadores que tantas alegrías brindaron en el último tiempo o
pedir por los juveniles que se destacan desde las inferiores, como
Cristian Barrios y Marcos Senesi, por citar algunos ejemplos?

Todos son responsables de esta actualidad, muy complicados en la Copa
Libertadores y prácticamente afuera de la lucha por el campeonato.
Perdiendo casi siempre fuera de casa, merecidamente (excluyendo los
encuentros con Tigre en Victoria, por el pésimo arbitraje y contra la
Universidad Católica, en Chile, donde se empató, tras un primer tiempo
favorable), y de irregular momento jugando en el Pedro Bidegain. Así
es muy difícil.

La dirigencia se tiene que poner firme junto al cuerpo técnico y sacar
este momento adelante junto a los jugadores. Dejar de lado los
egoísmos, la AFA y rumores de renovaciones o fin de ciclo de algunos
históricos y poner el foco en levantar la imagen para aspirar a
clasificar en el grupo copero. Estamos a tiempo, depende de nosotros y
sólo de nosotros.



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