Soy San Lorenzo de Mario Benigni

¿Por qué no somos coperos?

Por: Mario Benigni
14/04/2016


Hay que hacer un replanteo serio. San Lorenzo sufrió una nueva decepción total. A falta de una fecha para culminar el Grupo 6 de esta edición 57 del máximo torneo sudamericano, la eliminación pegó fuerte una vez más en Boedo.

¿Qué es lo que falla? ¿Por qué en vez de potenciarse, este Ciclón sigue desinflándose cuando sale de la Argentina? ¿Falta personalidad? ¿Hambre de gloria? ¿Carece de espíritu o mística copera? Tantísimas preguntas deberán contestarse tras una sincera y sana autocrítica. Replanteo urgente, tras un nuevo fracaso internacional.

San Lorenzo fue el primer argentino que pudo haber ganado la Libertadores, en 1960. Pero vendió la localía en semifinales contra Peñarol, quien luego sería el campeón, venciendo a Oiimpia. Esa actitud de los dirigentes azulgranas de aquella época se pagaría caro.

Este 2016, el equipo de Pablo Guede fue el primero en quedar eliminado de los clubes de nuestro país.

No es casualidad. Toluca lo derrotó 2-1 en México y le sacó nada menos que 10 puntos. Una cosa aberrante. Y Gremio venció a Liga de Quito en Ecuador 3-2 para sentenciar la eliminación santa.

La campaña fue penosa. De 5 fechas, 3 empates (dos de local y uno en Porto Alegre) y 2 caídas (en suelo azteca y ecuatoriano). Con el plantel y el presupuesto que tiene San Lorenzo es un mazazo. 

El arranque de año para el Ciclón fue promisorio con su rotundo 4-0 en Córdoba por la Supercopa Argentina ante Boca. Claro que los del Riachuelo parecieron querer sacarse de encima al Vasco Arruabarrena. Y ahora, con el Mellizo Guillermo Barros Schelloto, si bien están relegados en el campeonato, figuran punteros en su zona y ya clasificaron a Octavos en la Copa.

Echarle la culpa al fixture o a lo difíciles de los grupos de las dos últimas ediciones es de mediocres. Hubo errores groseros que hay que corregir. El presidente Lammens se jugó una patriada arriesgada trayendo a Guede, un DT sin mucha experiencia, con buenos antecedentes en Nueva Chicago y Palestino de Chile. Demasiado jugado. Le salió bien en el duelo ante los boquenses en el Mario Alberto Kempes, tras un verano incierto que obligó a la llegada de refuerzos como Belluschi y Cerutti. También vineron Angeleri y un Pedro Franco que no es muy tenido en cuenta. Además un arquero suplente como Nico Navarro y el defensor chileno Paulo Díaz, jugador fetiche del DT.

No es casualidad que San Lorenzo haya quedado marginado en primera fase en 7 de sus últimas 9 participaciones coperas. Inclusive en la exitosa del 2014 pasó angustiosamente a Octavos. Algo hay que corregir. Urgente. No se puede improvisar. Hay que sumar desde el vamos y tener una concentración y actitud superior. Sino, seguiremos con el póster de aquella formación del Patón, como recuerdo amarillento. Y eso es de mediocre. Somos grandes y hay que seguir superándonos.

El recambio generacional es necesario. Los juveniles deben tener rodaje y para todos hay ciclos que se cumplen. Con el nombre ya no se juega. Sino, nuestro máximo goleador histórico (José Francisco Sanfilippo) seguiría siendo el centrodelantero.



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